domingo, 1 de mayo de 2016

LA DANZA DE LOS ARBOLES

Pasan las horas desbocadas,
pasa el tiempo tras la ventana,
pasa el viento junto a las ramas
y hace bailar las hojas de los árboles
que pacían en calma.
Que bonito es el son y el compás de las ramas; parecen contar historias de hoja en hoja, susurradas.
Es el diapasón de una tarde embrujada, que mágicamente abanica el cantar de un alma.
Maravillas de un día,
de un momento incansable.
Que relaja,  que evoca, que inspira; un poema embelezable.
Y es que el bailar de las hojas; es una danza irrefutable.
Saca tus alas y ven a bailar con el aire,
 olvida por un instante,
 el tic tac del reloj imperiante.
Eres libre, al compás del viento,
tu movimiento es el atenuante;
 de esa sonrisa que tu rostro,
 muestra incomiable.
Maravillas de un día,
de un momento incansable.
Que relaja, que evoca, que inspira; un poema embelezable.
Y es que el bailar de las hojas; es una danza irrefutable.







 Marisol Andrade.

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