viernes, 18 de marzo de 2016

EN CLAVE DE HUMOR 6

Los viernes es el día de de la compra semanal en casa. Día de darle de comer a la nevera y algún que otro armario. Veamos la lista de la compra.
Empezando por la barra de pan; masa refrigerada que algún día de estos, nos la vamos a comer sin pasar por el horno. Cómo han cambiado las cosas!, antes los abuelos pedían el pan; churruscado, negro, se podían dejar la dentadura y servir de molde para el aparato ortodóncico. Ahora, lo dicho; nos dan pan "blandiblu", para que lo podamos tragar directamente recién comprado pero, como te descuides en un ris-ras "chicle". Se han dado cuenta, de la gama de panes que hay; pan de cereales, de frutas, de cúrcuma, etc. A mí siempre me gusta el mismo; el que lleva el chorizo en el medio.
De la carnicería; unos filetes de añojo de primera, es lo que voy a coger. Los que suelo traer ya no se fríen, se cuecen en la sartén. Sacan agua del interior, como si se la hubieran infiltrado con jeringuilla, qué pasa, ¿qué están dopando a las vacas con agua?. Suele aparecer una espuma marrón que acorrala toda la carne, (cuando yo estudiaba, nos explicaron que eran tóxinas, que salen de la carne, pero nunca me dijeron, que era el acompañamiento de las carnes, por excelencia).
Pasemos a las frutas; las del tiempo, bailan con las del trópico, (salsa, merengue,..., nata). La sacan de las cámaras frigoríficas inmaculadas, pero, cuando llega la hora de servirla a la mesa; se empodrece, inmadura a destiempo. Sólo nos falta; esperar a ver los gusanos, como si fueran  el complemento alimenticio extra. La fruta es: mentira engalanada en puntilla, papel, o plástico, que nos engaña la retina. Esta como  está el tiempo, medio tocada.
Lo siguiente será la leche; blanca como el quitamanchas "nuclear". Sí, sí, así estamos todos; con unas mutaciones... cuando salía de la vaca o de la cabra o de la oveja: tenía color amarillento, ahora, tiene; calcio, jalea, vitamina B, D, ginseng,... con todo lo que quieras, menos la leche.
La que va de colorines,  la llaman batidos, de: fresa, de plátano,.... falta el sabor pitufo y la clorofila y el betacarotenado (anaranjado),..., a estos, algún día también, sin leche. Acerquemonos a la pescadería.
Tiene unos precios, que me río yo, de la palabra "sostenibilidad". Segunda semana de enero, la pescadería del pueblo con poco pescado, puesto que la pescadera dijó,  que no había entrado en lonja. Yo, me había acercado a por una merlucita para hacerle puré a mi hija, y coger algo más para nosotros, tres comensales más. A 24 € /kg, hoy en el Eroski(dos pueblos más alla, en coche) a 6'95 € /el kilo, por lo general, en la pescadería del pueblo a 15-18 €/kg. Saben qué, la bióloga pro-sostenibilidad ha dicho, que hasta que los comercios del pueblo no se familiaricen con la palabra y sea algo que se aplique, tanto al bolsillo del comprador como del vendedor, le van a dar por saco a esa palabra.
Iba a decir una burrada, tal que; yo me paso esa palabra por otra zona y si luego dicen que huele a pescado... ya les contaré la historia.
Con el disgusto, voy a coger algo de pollo que es más barato.
Lo que pasa, es que lo veo tan blanco... qué a saber si sabe el pollo lo que es una lombriz. A éste le han dicho a la hora de comer: ¿pienso u hormonas?
Así hemos llegado a la era de las alergias, el mundo de los colorantes, conservantes y los ecológicos; estos últimos porque lo pone en la etiqueta y están un poco más rústicos... pero son la competencia a los de la huerta del abuelo.
El caso es enmascarar los problemas, engalanados en paquetes "chachi guays", que llevan de todo y un 10% de salud. Necios que somos. Valorarlo a tiempo es de cuerdos, pero el que le ponga solución, ya es de sabios. Sólo tengo una pregunta,  ¿la comida sana está al alcance de todos los bolsillos?, eso la sana, la otra, la buscan o vamos a tener que ir a buscarla a los contenedores de los supermercados...ah! que ya hay cola, que lo que falta es el aparato de coger el ticket.
Con todo ello y porque comemos todos los días; en nuestra futura empresa, esa que nos estamos planteando yo y mi marido, debajo de una farola, quizás hagamos un servicio  de degustación.  Seguramente lo podemos hacer en función de ecosistemas,... es decir, le preguntaremos al cliente: ¿qué es usted más de mar o de campo? será una pregunta para el plato principal, sin tonterías, como en las casas rurales.
Y si el ecosistema es de campo, le podremos preguntar al cliente: ¿qué le apetece, conejo o liebre? si elige el  ecosistema de mar, la pregunta será: ¿qué prefiere, una centolla o una vieira con coral incluido? perdóneme, usted!, que igual es de navajas o percebes!.
Por supuesto, qué puede que haya veganos, la pregunta para ellos será: ¿prefieren calabacín y/o remolacha?, que no se nos queden con hambre, por favor.
Aquellos qué consideren el poder tomar un plato más fuerte y con más consistencia; el caldo de la casa, sólo tienen que meter los morros y absorber como si vaciaran el cuenco entero.
Aunque en los tiempos que estamos, lo rústico no está contrapuesto a la innovación; luego para ese cliente qué busca el contraste en la cocina, la oferta pudiera ser, la variación entre el frío y el calor. Sí, sí, hoy día hay helados de muchos sabores: de alubias, boquerones, codillo, etc.
Que lo quieres frío, pués se te ponen una o dos bolas, qué lo quieres más caliente, lo derretimos. Que apetece contrastar sabores, ea! Que apetece contrastar temperaturas, ea!. El caso es comer y degustarlo con el cubierto rey: el músculo lingual.
Por favor, las peticiones de grupos, con una semana de antelación; para planificar, ejercitar los músculos en cuestión y tener los platos preparados para un buen disfrute.
Como no! siempre tengo un anuncio a mano: esta vez iría enfocado en promover el producto ecológico y sin bichos. De la huerta a tu casa, aunque podría ser al revés, de tu casa al huerto. Más ecológico que eso... sobretodo para empresas cómo "Buscodarling" o "¿dónde la Meeting?".
Siempre hay que garantizar la trazabilidad de los productos y una buena sostenibilidad de bolsillo; sobretodo que la cartera llena se vacie.
Por último, mi anuncio no llevaría publicidad subliminal, que sea un poco más explícita, como por ejemplo: "de las Rías Baixas a tu boca".
Como siempre; espero haberles sacado la sonrisa, compartan si les gusta y cooperen! Gracias!
Marisol Andrade.

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