martes, 23 de febrero de 2016

EPIGENETICA Y CREENCIAS

El modo de vida de hoy día, "un vivir sin vivir " y nunca mejor dicho, ha hecho que las personas estemos rodeadas de; desesperación, agobios, amargura, resentimiento, fustración, etc. Los médicos lo llaman emociones tóxicas.
Como dice Javier Urra ¿Qué se le puede pedir a la vida?, sobre todo, ante situaciones de; impotencia, marginación, de difícil resolución, más que nada, por lo inhumano del marco en sí.
Lo que debemos saber es: nuestro cerebro no es uno son tres; el de la cavidad craneal, el del corazón y el del tubo digestivo. Intervienen en la formación de; dopamina, endorfinas, procesos cardiovasculares, serotonina, etc. Sustancias que controlan nuestro bienestar, nuestra ansiedad, nuestras funciones vitales, etc.
Se ha demostrado que el aumento del cortisol en estos procesos de emociones tóxicas es elevado. El cortisol se une a los linfocitos, (células que nos defienden en el sistema inmunitario) y hacen que no puedan ejercer su función.
Pero lo más interesante es ver el proceso de bajada del cortisol ante un posicionamiento positivo en la vida. Mentalidad optimista, sin negar la realidad, lo que nos aporta es llegar a la búsqueda de soluciones y nuevas oportunidades. Como dice Elsa Punset: no es magia es inteligencia emocional.
La neuroplasticidad, ya ha confirmado que el cerebro más allá de los 7 primeros años, sigue un proceso de unión de neuronas y formación de nuevas neuronas. Se llama plasticidad.
Luego, estímulos nuevos y búsqueda de nuevas experiencias, aportan caminos para la creación de esas uniones cerebrales, reinventando nuestro cerebro. Más allá, la epigenética ha demostrado que los estados emocionales de las personas, movilizan ciertas hormonas que interactúan con las membranas celulares, pudiendo llegar hasta el ADN y alterar la expresión de ciertos genes.
No los modifican en información, pero sí, los capacitan para expresarse de una nueva forma. Algunos ejemplos son; despertar nuevos neurotransmisores, para ayudar en el entendimiento cognitivo de las personas. Otros ayudan a que ciertos oncogenes, (genes cancerígenos), puedan seguir dormidos. Todo ello, puede ser influenciado por parámetros; físicos, químicos,etc.Como la contaminación ambiental, situaciones cardiovasculares de dis-stress.
Lo pueden comprobar en revistas como "Investigación y Ciencia"o " Mente y Cerebro ", el equipo del doctor Baccarelli es uno de los que estudian estos parámetros.
Avanzando en otra dirección,  se ve que un uso inadecuado del lenguaje, también influye.
No es lo mismo dirigirnos hacia nosotros como personas torpes, en lugar de vernos como personas capacitadas.
Las palabras ejercen influencia sobre nuestros sentimientos y abren espacios emocionales que gestionan desde imágenes, hasta expresiones verbales y no verbales. (Les recuerdo, que somos casi un 90% de lenguaje no verbal; 55% imágenes, 38% tono de voz, 7% palabras).
Todo ésto, lo pueden corroborar en una entrevista realizada al Dr. Mario Alonso Puig, en el programa de radio "perros de la calle" y también en sus múltiples conferencias.

Luego lo que tuviéramos que tener en cuenta, es qué; lo que comemos y bebemos nos influye, lo que respiramos y olemos nos influye, lo que vemos nos influye, lo que tocamos nos influye, lo que leemos y oímos nos influye, pero, ¿ lo que no vemos y sentimos nos influye? esto es todo lo que nos rodea nos influye y la actitud que adoptemos ante ello también determinará nuestra calidad de vida.
Carl Jung, psicólogo y psiquiatra, ya lo decía, el entorno sí tiene influencia en la psique. Recalcaba que las personas también tienen un lado donde está su sombra y está debe de ser reconocida por la propia persona y a su vez asumida como parte de ella.
Una parte de esa sombra es forjada los 7 primeros años de vida en el  subconsciente, allí; todas las creencias inculcadas, toda la educación recibida, así como nuestra vivencia con nuestro entorno habrá hecho mella para lo que será más  que el resto de nuestra vida.
El caso es ¿cómo nos ayudamos cuando el entorno es hóstil? ¿cómo superar nuestras creencias o lo que nos han hecho creer?
La solución se llama resiliencia: es la capacidad de entereza de afrontar los problemas. Son personas resilentes las que tienen un mayor equilibrio emocional. Luego, la actitud con la que actuemos influye en nuestros genes y su expresión dando lugar a oportunidades nuevas de discernir cuáles son nuestras emociones. Es fundamental hacerlo sin negar; ni la realidad, ni nuestras creencias. Escribirlas es un proceso que pasa por la zona prefrontal izquierda del cerebro donde se articula la emoción al lenguaje y según el doctor Puig ayuda a superar los miedos porque verbalizando, nuestro Yo, ya reconoce el miedo y lo puede afrontar. Es hacerse consciente.
Bruce Lipton, un biólogo un tanto esotérico,tiene algunos vídeos muy buenos en la red que dan el mismo enfoque a la epigenética, pero, desde sus creencias.

Hace unos años esto se aproximaba al esoterismo. La ley del karma es muy similar.  Gandhi ya nos enseñó que debíamos cuidar nuestros pensamientos porque con ellos se determinaría nuestro destino y nuestro destino es nuestra vida. A mi parecer, es la epigenética la parte de la ciencia que nos debe de dar pautas, de qué parámetros y qué medidas son necesarias, para que la gente se haga más resilente. Para que no vaya a buscar en las drogas y en la medicación la solución. Ayudar a que las personas vuelvan a creer en sí mismas y hacerles ver que es su propio cuerpo y su propia mente, los que regulan las funciones de bienestar. Es la clave para tener una sociedad de futuro sana.  Importantísimo implantar salud emocional desde la infancia y seguir apoyando a las personas en sus etapas de vida, para crear comunidades con interrelaciones positivas, de cooperación, simbiosis, etc.
Por cierto, Javier Urra, ¿no es querer vivir tu vida, sin hacer daño a nadie, lo mejor que se le puede pedir a la vida?¿ no es el Amor la solución para este "vivir sin vivir la vida"?.
Marisol Andrade.

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